jueves, 24 de mayo de 2012

¡OH, CAMILLE!



Quienes estuvimos ayer en el concierto que dio Camille en el Auditori pudimos comprobar que la genialidad existe, que hay magia en el arte, que la pasión se transmite y se contagia, que la vida puede ser otra cosa, que el entusiasmo es una fuente de energía y que esta artista sobrehumana tiene además un sentido del humor extraordinario y es capaz de desprender una ternura prodigiosa.
¡Oh, Camille!
Y además, generosa, oye, porque se prodigó en bises sin dudarlo. Una maravilla. Un placer. Un privilegio. 
¡Olé!

4 comentarios:

Botavara dijo...

¡Vaya suerte!
La tuya por vivirlo y sentirlo así y la suya por provocar estas palabras maravillosas que le dedicas.

Flavia Company dijo...

Botavara:
Una suerte, así es. :-)

NáN dijo...

Sí que es suerte. Adoro a esta chica desde que hace unos años escuché por primera vez Ta douleur.

Flavia Company dijo...

Nán:
Y cómo la canta... buf, cómo la canta. :-)

Aquñi dejo mis artículos más recientes aparecidos en La Vanguardia. Espero que los disfruten. :-)